Servicios Cloud

El término “Cloud Computing” tal y como se entiende ahora es relativamente reciente: Fue en los años 60 cuando se imaginó  por primera vez la posibilidad de distribuir los ordenadores como recursos públicos. El concepto era tener la capacidad de cómputo distribuida de la misma forma que opera la Red Eléctrica pública: esto es, infraestructura que se consume “bajo demanda” y se paga por uso, con una serie de proveedores que se encargan de todos los detalles. Sin embargo, la idea ha permanecido latente hasta principios del siglo XXI.

Recientemente, los avances en disponibilidad de conexión a Internet de alta velocidad han permitido la comercialización de servicios antes impensables, como el “Software as a Service”(SaaS, software como servicio). Desde entonces, gigantes de la informática tales como SalesForce.com, Google, IBM, Apple o incluso Microsoft han hecho avanzar este campo enormemente… y parece que sólo se ha arañado la superficie de lo que es posible.

 

Tipos de servicio “cloud”:

A día de hoy, hay cinco tipos principales de “nube” disponibles:

Cloud Público

Un servicio de “Cloud Público” es aquél al que se accede mediante Internet (que es una red pública): el uso de los recursos sigue el modelo de consumo bajo demanda.Aunque el nombre pudiera sugerir lo contrario, cada usuario tiene datos propios, separados del resto, y que se pueden compartir.

Cloud Privado

Un servicio de “Cloud Privado” es aquél que está diseñado para empresas y que puede funcionar dentro de la propia empresa.A diferencia de los servicios públicos, está disponible sólo para el personal de la empresa, y no suele ser operado por un proveedor externo.

Cloud Híbrido

El modelo de “cloud híbrido” combina tanto recursos públicos como privados, en función de las diferentes necesidades de la empresa: por ejemplo, el departamento de recursos humanos/nóminas podría emplear un servicio privado, mientras que otras áreas funcionales de la compañía emplean servicios sobre infraestructura pública (correo, backup offsite, etc)

Cloud
”bare metal”

Esta variedad, a diferencia de las demás, no implica virtualización: las aplicaciones corren sobre “metal desnudo”(bare metal), para aprovechar al máximo el rendimiento de los equipos hardware de que se dispone.

Cloud gestionado

Este servicio, nuestro preferido, tiene la particularidad de que el proveedor —especializado en estas tareas— se encarga de operar y mantener toda la infraestructura en perfecto estado de forma que la empresa pueda concentrarse en su negocio y en ofrecer valor a sus clientes.

Cada tipo de servicio “cloud” tiene sus propios beneficios e inconvenientes, aunque desde luego hay grandes beneficios globales en el uso de cualquier tipo de Cloud Computing: los servicios cloud le permiten, por ejemplo, acceder a toda su información en cualquier lugar que disponga de conexión a internet — esto podría suponer el fin de los pendrives USB y otros dispositivos de almacenamiento portátil toda vez que nuestra información está disponible desde cualquier punto del globo.
Más aún, esto constituye un gran salto de posibilidades para aquellos negocios que precisan compartir información con medio mundo… pero las posibilidades no se limitan solamente a ficheros: se puede acceder igualmente a todos los programas y configuraciones que necesitemos de la misma manera. Un potencial beneficio radica en la disponibilidad de la información: la pérdida o sustracción de un ordenador portátil no implica la pérdida de gran cantidad de valiosa información, sino tan solo un contratiempo; Los grandes centros de datos tienen la infraestructura y el personal necesario para mantener los datos a buen recaudo… más de lo que la empresa media puede permitirse, y mucho mejor que en su propia casa.